EL OTOÑO YA ESTA AQUI


En realidad el otoño ya esta por irse, este año el invierno al parecer viene en version mejorada, pero quizas me estoy adelantando un poco, mientras disfrutemos de las pocas hojas que le quedan a los arboles.

Quizas encuentren este post un poco sonso, pero es que como vengo de un país donde el calor y sol son los protagonistas de primera linea, el hecho de no verlo aunque sepa que esta ahi escondido bajo las nubes/niebla/smog me llama mucho la atención. Sin embargo hasta ahora es mi estación favorita, es super tranquilo, tan trilladamende poetico que es imposible sacarlo a colación. En la calle se puede notar que las personas lo estaban esperando pues es como una bocanada de aire fresco luego del sofocante calor del verano.




A mi me da la impresión que el otoño representa la capacidad renovación, de botar eso que no sirve y hacer fluir las energias, prepararse para las cosas buenas que están por venir. Supongo que no es tan sencillo tal como hacen los arboles, pero valdría la pena hacer el intento, desprendernos de muchas de las cosas que no necesitamos, que ya no causan efecto alguno en nuestras vidas, aquellas que ya cumplieron su utilidad, para luego tener la certeza que vendrá la primavera con todas las energías positivas a darnos ese respiro de aire tibio luego del helado invierno.

VOLANDO ALTO


Cuando ya tenía en mano el boleto que me llevaría a mi nuevo hometown, pasaron cualquier cantidad de cosas que hicieron que cambiara la fecha del viaje en varias oportunidades. La cuestión fue que en el último cambio la operadora de la aerolínea con la simpatía que las caracteriza (no es sarcasmo), me sugirió que dado mi historial de cambios de fecha convenía que hiciera un Upgrade de mi boleto a First Class, y les confieso que no lo pensé demasiado, siempre quise volar en Business y me dije ¿Por qué no? Me voy por la puerta grande, además de la facilidad que me brindaban para poder llevar la exageración de maletas que disponía. So I did it y les puedo decir que no me arrepiento pues es toda una experiencia, el que lo ha vivido sabe a que me refiero. El hecho que te traten como un rey desde el preciso instante que chequeas en el counter hace la diferencia, luego puedes esperar en los VIP lounge (aunque el de Caracas me decepciono) y te ahorras la cola estresante que se hace antes de abordar (mas aun en Venezuela donde los viajeros les invade una desesperación por montarse antes que cualquiera, porque creen que se van a quedar sin asiento en el avión).


Ya arriba en la aeronave es champagne en vez de jugo, es un plumón en vez de una manta, es un menú en vez de “carne o pollo” esas entre muchas otras comodidades que hacen que valga la pena el gasto, en mi caso hasta la angustia rutinaria antes de cada viaje desapareció, simplemente disfrute de la comodidad de volar como pocos.

Mi recomendación de viajar aunque sea una vez en First es total y no entra en discusión. La cuestión es que después no vas a querer volar más nunca en turista. 

LO HICE


Lo hice, finalmente después de tanta planificación, meses de preparación y autoconvencimiento lo hice, me monte en el avión con mis maletas repletas y emprendí el arduo proceso de salir de mi tierra natal y pisar suelo Chileno. Me vine con cantidad de objetivos en mente, estudiar, trabajar y sobresalir pero sobre todo con muchas expectativas por esta nueva etapa que promete ser genial. Espero que esta buena dosis de optimismo desbordado me brinde las fuerzas para enfrentar lo que viene, y me de la claridad para disfrutar lo que este país tiene preparado para mi.

No ha sido fácil, ningún venezolano experimentado en esta aventura agridulce de la inmigración ha dado prueba de ello y durante estas últimas semanas he podido corroborarlo. Con el corazón apretado he tenido que despedirme de muchas de mis cosas y de la mayoría de las magnífica personas que forman parte de mi vida, supongo es uno de los tantos precios que se tiene que pagar, si has decidido ser un expatriado, no por convicción (aunque tengo la certeza de ser nómada por naturaleza), sino por la simple razón por la que gran cantidad de jóvenes profesionales están huyendo de Venezuela, la asfixiante situación del país y la nefasta realidad que nos consume, sin dejarnos vivir en paz. Así que soy uno más, un ciudadano proveniente del principal exportador de profesionales. Venezuela hoy por hoy es el principal país donde los que emigran son las personas capaces y talentosas, lo que es incuestionable y legitimo dado que no contamos con ninguna garantía que la situación va a mejorar.

Sin embargo, a pesar de todo el background detonante de esta situación, estoy decidido a trabajar en este país, y disfrutar la dicha de vivir con otra perspectiva, aprovechando la esencia de ser Venezolano, alegre, optimista y con ese calor humano que nos identifica.
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